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jueves, 16 de octubre de 2014

Ese lugar siguiente




La energía de Neptuno gobierna la música como medio de sanación, une nuestras almas en grupos a través de la música. Esta energía neptuniana lleva nuestra conciencia desde el centro del plexo solar hacia el centro cardiaco.
Queremos compartir con vosotros estas bellas melodías para facilitar este trabajo de armonización a través de la música. Este ascensor que nos conecta con la energía de nuestro corazón.

Esta bella música nos eleva hoy por encima de sentimientos y emociones difíciles que surgieron tras la reciente pérdida de nuestro amiguito Cedric, la pasada semana. Nosotros sabemos que él ha vivido una transformación y ahora ha pasado a "Ese lugar siguiente", título de esta canción.

Os invitamos a trasladaros con vuestra imaginación a "Ese lugar siguiente" que desea en estos momentos vuestro corazón, vuestra alma en esta etapa.

Recordemos que estamos separados de aquello que amamos "sólo en apariencia".

¡El principio de la energía de Neptuno es la comunión!

Y tu alma, mi alma, nuestras almas lo saben, por eso cuando perdemos a un ser querido seguimos en comunión con él en otro espacio-tiempo, en otra dimensión, nuestro corazón, una vez sanado y sosegado, puede experimentarlo en la paz y la armonía.

Amigos, "lo esencial es invisible a los ojos", cerremos los ojos y conectando con nuestro corazón viajemos al lado de aquel o aquellos que nos amó o nos amaron, y quien o quienes tantos actos de amor nos inspiró o inspiraron. El amor es lo que establece esta comunión eterna, más allá del tiempo y del espacio que ahora en la vida cotidiana experimentamos.

Cierra los ojos, escucha la música, ¡conecta con tu corazón!. Permitamos a nuestra alma este viaje por el Universo de la Luz y el Amor.



miércoles, 23 de julio de 2014

Sanando el corazón



A lo largo de las próximas semanas iremos deseando un muy feliz cumpleaños a todos nuestros seres queridos nacidos bajo el signo de Leo. Uno de los signos vinculados a las relaciones sociales. Pero recordamos también que este signo está asociado al corazón y, por tanto, que mejor ocasión que permitirnos un pequeño espacio para dedicarnos a sanar algunas heridillas que aún nos quedan de amor y que nos impiden sentirnos del todo satisfechos en nuestras relaciones.

Una de estas heridillas de nuestro corazón que ahora quería exponer es la del "abandono", porque por diferentes circunstancias parece que una gran multitud de niños la sufren y, posteriormente, son muchos los adultos que con ella van experimentando diversas relaciones afectivas en las que se vuelve a despertar. La activación de este dolor supone una OPORTUNIDAD para avanzar, para tomar conciencia y alcanzar estados interiores de paz y bienestar, de armonía y fuerza, nos vamos sintiendo más ligeros, más libres, "acercándonos al Cielo".


Quería sugeriros, con todo mi cariño, algunas lecturas para entrar en este tema, sin olvidar el símbolo que he escogido al iniciar este post, en realidad, es una ilusión creernos solos, porque energéticamente siempre permanecemos en la Unidad, pero sí podemos ciertamente "sentirnos" solos y abandonados.

Para aquellos que ya conozcáis a Louise L. Hay aquí tenéis un enlace en el que podréis encontrar su libro "Ámate a ti mismo", me parece muy interesante donde trata la sanación del niño interior.
Lo primero, efectivamente, puesto que ha habido experiencia de abandono, soledad, falta de amor, es curarnos desde el desarrollo de una mayor autoestima, fortalecer nuestro núcleo interior.

Tal vez para ello es aconsejable empezar a mirarnos a nosotros mismos, ponernos delante del espejo al encuentro con nuestro corazón  y esbozar una sonrisa amable, muy dulce y cordial. Si alguien nos puede ayudar a poner más humor y más amor de una manera desenfadada era, es y será siempre el inolvidable Danny Kaye. Aquí va la ayudita, id primero por un espejito y luego ya podéis darle al play... Bloop, Bleep...





Así empecé yo la tarde, es cosa de duendes, ya sabéis, traernos esa magia que nos cambia la vibración.

Para aquellos que sepáis francés Daniel Dufour escribió un libro titulado La blessure d'abandon que promete aportar algunas claves interesantes entrando en las bases de su método "OGE", juzgar por vosotros mismos por el extracto del libro.

Y para no hacer muy extenso este espacio dedicado a la sanación del corazón, parece que andamos siempre con prisas, encuentro también que el trabajo que comparte CC Treadway, indicando que uno de sus mejores maestros ha sido la "herida del abandono", aporta algunas herramientas valiosas a tener en cuenta para su posterior desarrollo:



¡Feliz espacio de sanación para el corazón, amigos!

¡Un abrazo cordial desde mi corazón!

lunes, 2 de diciembre de 2013

Viaje del corazón a la ternura

¿Acaso se puede vivir sin ternura?

¿Acaso la tierra es capaz de darnos flores sin agua?

Oh, corazón, te permito vivir en la ternura,
expresar y recibir ternura.

¡Ven!

Hoy, mi querido corazón, compañero inseparable,
te escucho.
Salgamos del dolor, de la noche, de las sombras.

Mira,
he preparado para ti un lecho
de sedosos pétalos de múltiples colores
fui recogiéndolos en el jardín pacientemente
delicadamente, según caían de las plantas.
Siguen frescos y llenos de vida,
perfumados y con la fuerza del fuego;
vibrantes y con la fuerza de la tierra,
nutridos por mis delicados besos.


Toma corazón, son para ti
báñate en ellos, cúbrete con ellos
tienen la fuerza y el poder de restaurarte de tus heridas y dolores.

Oh, corazón, qué bello estás tan renovado.
¡Ven!

Ahora quiero conducirte hasta el cielo
en alas del pequeño ruiseñor
y pasearte por las nubes
y acercarte hasta el Sol
y mostrarte los planetas
y presentarte otras Galaxias.

Hoy quiero, corazón, que sientas tu gran poder
el poder del amor que está en toda la creación
irradiando luz, magnetismo, vitalidad.

Ahora, compañero, podemos seguir juntos el camino
la vista en el horizonte
los pies anclados como raíces
entre el cielo y la tierra
tu y yo juntos, caminando por la vida.

¡Oh, corazón!
¡Esto es el éxtasis!
¡Juntos los dos en la serenidad!
Palpitas, lates, bailas rítmicamente,
y mi pecho se llena de poder
y mi mente se siente libre
y juntos podemos realizar casi,
¡CASI CUALQUIER MILAGRO!

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Si puedo impedir que un corazón se rompa, if I can stop one heart from breaking

If I can stop one heart from breaking,
I shall not live in vain ;
If I can ease one life the aching,
Or cool one pain,
Or help one fainting robin
Unto his nest again,
I shall not live in vain.




Si puedo impedir que un corazón se rompa
no viviré en vano:
Si puedo aliviar la dolencia de una vida,
o atenuar un dolor,
o ayudar a un frágil petirrojo a volver a subir a su nido,
no viviré en vano.




sábado, 2 de noviembre de 2013

Conversando con mi alma

Alma mía, vengo a visitarte. Soy un corazón en busca de tu sabiduría, de la luz que emanas en tu conexión con la Fuente de Amor Divina en la que bebes aguas de paz y dulzura.
Soy un corazón inquieto en un mar emotivo turbulento, me asaltan las dudas y me siento confuso.
A veces mis decisiones y mis elecciones me hacen sentir culpa y miedo. Culpa porque elijo aquello que a los seres queridos no les conviene, respecto a mi modo de vivir y mis necesidades, respecto a mis valores actuales, a la posición que he decidido tomar para seguir mi camino en armonía conmigo mismo. Soy un corazón que no quiere hacer sufrir a ninguna criatura, pero oh, Alma mía, tampoco puedo permitirme sufrir yo, tampoco puedo vivir en la angustia de negarme a mí mismo para llenar las carencias de otros, para colmar sus expectativas, para estar siempre disponible ante sus respuestas.

Alma mía, ¿cómo aquietar este calor que me encoje? La presión es difícil de soportar y no puedo respirar. Siento culpa respecto a estas decisiones en relación al otro, y en relación a mí mismo, porque a su vez, si cedo, me traiciono.

Necesito luz y sabiduría en medio de esta soledad y de esta duda. Alma  mía, bien sabes que deseo el bien para todas las criaturas, máxime para aquellos con quienes comparto el camino. Ayúdame a salir de este remolino de confusión y tormento.


“Oh, lindo corazón, nada temas. Entra en mi ritmo. Que tu cuerpo ponga su mano derecha sobre el pecho y tu mano izquierda sobre el vientre. Respira suavemente, inspira y escucha el tintineo del cielo que los ángeles crean con campanillas estrelladas, cascabeles de flores y crótalos de haces dorados. Expira suavemente y libera tu congoja, relaja tu cuerpo con cada espiración, suspira y libera. La Madre Tierra sustenta tu cuerpo, siente su energía ascender por los pies hasta ti. Siente también el Cielo, rayos luminosos bañan tu cabeza y llegan hasta ti. Acoge en tu interior estas energías del Cielo y de la Tierra.
Este es tu rincón de sosiego y silencio en el que nos encontramos y llenamos la mente de pensamientos de paz y bien, de perfumes de delicadas flores que envuelven todo tu ser.
Corazoncillo tierno y sensible. No cargues con el peso de todos tus actos como si fueras los cimientos que sustentan el mundo. Cada ser humano, cada corazón, ha de sustentarte en la energía del Amor Divino, ahí está su fuerza. Cada día, y más en los momentos de tormenta, es necesario permitir al corazón estos momentos de sosiego y de encuentro.
Tu intención y tu voluntad están orientadas hacia el bien y te inspiras en la Energía Divina manifestada a través de la belleza, de la naturaleza, del mar, de las rocas, de la brisa, del sol, de la luna, del cosmos.
Mi querido corazón, siente tu propio espacio en el que palpitas y existes, siente la unidad con cada corazón formando vínculos con el Amor Divino que os nutre con su vitalidad. Cada ser amado por ti está recibiendo esta misma energía pura de Amor Eterno, consciente o inconscientemente. Al igual que tú, cada corazón que amas ha de ir al encuentro con su almita, y desde ahí con la Fuente del Amor.
Vosotros, corazones, sois pequeñas criaturas sustentadas por miles de seres de luz que os acompañan, aunque a veces sólo los invocáis cuando estáis desesperados y perdéis el equilibrio, pero ellos siempre están pendientes de ayudaros.
Sabes que vivo en esta dimensión menos densa de Luz pura y de Presencia Divina, corazoncillo, deja que pueda mecerte y acariciarte como si fueras un bebé, descansa un rato aquí cobijado y llénate de coraje, regenérate en este reposo.
Eres un pequeño capullo de flor absorbiendo vitalidad, siente como tus venas se fortifican y refrescan, siente la potente vibración amorosa del Universo en tu materia densa, siente, siente, siente.
Quédate el tiempo que necesites junto a mí y, cuando hayas absorbido toda la sustancia vital que necesitas, siéntete florecer poco a poco, siente como tus pétalos se abren y se estiran poco a poco, siente la luz, el brillo de estos pétalos, sienten como relucen e iluminan tu pensamiento aquietado o aún algo agitado, siente, siente, siente. Corazón, esta flor y sus pétalos como alas de pájaro aligeran tu sensación, eres un corazón libre siempre, tus alas son estos pétalos blancos que irradian ahora luz Divina.
No te olvides, vuelve siempre a este centro creado en tu interior, a este santuario de sanación donde encontrarás guía y renovación.
Corazoncillo, gracias una vez más por tu visita y por el encuentro con tu esencia de Luz y Amor. Siempre te estaré esperando, en el día y en la noche. Tu Alma siempre está aquí, en el día a día, en cada aquí y ahora.”







viernes, 1 de noviembre de 2013

El bello sonido de la infancia

Aunque más tarde saldría de mi error, siempre pensé que la campana de la Iglesia de Santo Domingo era el timbre de la casa de mis abuelos. Su sonido arrancaba en algún lugar de mi memoria de niño un millar de ecos bañados de festiva emoción, veraniegos destellos broncíneos que anticipaban el gozo de los días que transcurriría en aquella casa habitada por dos ancianos que, año tras año, me recibían resplandecientes de un cariño que jamás daba la sensación de mitigarse. Cualquier problema que pudiese llevar a cuestas, ya fuesen roces con otros niños, asignaturas indigeribles o desencuentros paternos, parecía disolverse como por ensalmo durante aquellas vacaciones en casa de mis abuelos, quienes poseían la rara cualidad de poder otorgar paz a un niño. Escuché aquella campana hasta mi primera adolescencia. Ahora la oigo en mi corazón cada vez que es verano y recibo el primer rayo de sol.

Mi corazón me acompaña siempre


Más allá de mi mente analítica, pero aceptando sus mensajes, me acerco a la realidad con el corazón, centrada en mi corazón, escuchándole.

Hoy mi corazón me llevó muy dentro, estaba dispuesto a aceptar esas emociones que ubicamos en nuestras vísceras, estaba dispuesto a reconocer y a acoger la ira, la rabia y la frustración como parte del vivir. Le di permiso para permitir en la calma que fluyeran las lágrimas y aceptar las emociones profundas como parte del día a día, de la vida cotidiana. El pasado, lejano o más reciente, aportó experiencias que han ido dejado huella. Un año, cien años, mil años atrás, otras vidas, otros paisajes. En realidad todo ha cambiado tanto en los últimos años, tantos procesos intensos, tantas vivencias, rupturas, separaciones, finales, nuevos comienzos, dudas, incertidumbre. El corazón acompaña siempre cada momento, cada escalada, cada caída, cada noche oscura, por cada camino serpenteando los obstáculos. Y también en cada Valle de Arco Iris Luminoso.

Su música rítmica de fondo permite a mi mente crear nuevas realidades, tan increíbles a la lógica.
Y lo más bello, una suave y delicada mano está cerca, una mano en mi mano, una mirada limpia, sincera y otro corazón que me acompaña en mis procesos.

Tiempos de cambios constantes, escuchemos a nuestro corazón y permitamos que su melodía conduzca nuestros movimientos, permitamos que su canción circule por nuestro interior conectándonos con nuestra sabiduría, con la Luz que nos permite unirnos y transformar y transmutar junto con la Madre Tierra las viejas energías. Estamos creando un Mundo Nuevo, pasito a pasito, de armonía, respeto, belleza, solidaridad, con conciencia.

Demos la bienvenida a lo nuevo, no hay vuelta atrás, ya nada es como antes, nuestras energías son diferentes. Es el renacer de una nueva vida que vamos creando paso a paso.

Más allá de nuestra mente pero acompañando a nuestro corazón, miramos de frente, siempre caminos por descubrir se nos desvelan. Caminante, es tiempo de sanación, conecta con el amor nutritivo de la madre Tierra, con la fuerza de tu centro inamovible, con la Fuente divina de la que emana constantemente consuelo y paz. Miremos al Cielo. Cerremos los ojos y permitamos a las estrellas empaparnos con su amorosa luz en la que vibran millones de partículas que renuevan nuestro ser con cada inspiración. ¡Somos Luz!